martes, 31 de marzo de 2015

El machismo entre los jugadores.

''NO DEBERÍAMOS TENER QUE PROBAR NADA.''

Antes de empezar a escribir voy a recalcar lo obvio: este post va a estar lleno de generalizaciones, cuando digo chicos me refiero a una minoría que desgraciadamente por lo que he visto destaca bastante y cuando menciono a las chicas tampoco me refiero a todas, hay chicas que habrán pasado por esto y chicas que no, chicas competitivas que discriminan para subirse el ego, y chicas que no.

En un principio no tenía pensado escribir sobre esto ya que es un tema tremendamente sobreexplotado, pero he visto muchos vídeos y entradas de foros que señalan que existe una GRAN mayoría de chicas que afirman jugar a los videojuegos pero en realidad no lo hacen, recalco, CHICAS ¡rara vez -por no decir nunca- se menciona al género masculino! y obviamente esto tiene un impacto enorme en la comunidad ''gamer'', ''friki'' o como quieras llamarla.

Es cierto que el ámbito de los videojuegos tradicionalmente se ha relacionado con los chicos y si haces una encuesta por la calle es muy probable que salgan más chicos jugadores que chicas ¿pero eso significa que no haya mujeres? ¡NO! siempre las ha habido y siempre las habrá, es la sociedad la que orienta a las niñas a jugar con otras cosas cuando son pequeñas y luego cuando crecen muchas no están interesadas en los videojuegos, pero hay un gran número de chicas que de pequeñas jugaban y ahora siguen o que se han empezado a interesar por los juegos de más mayores ¿eso hace que sean unas possers? ni de coña, son jugadoras, ni superiores ni inferiores.

No soy partidaria de las etiquetas, pero es obvio que existen y  muchos se refugian en ellas, pero parece que un chico puede poner sin ningún problema que es gamer y en cambio si lo pone una chica automáticamente muchos pensarán que lo que quiere es llamar la atención... tópicos machistas e irreales por todas partes. Parece que ahora tienes que probar lo que haces, no basta con que juegues horas y horas a tus juegos favoritos divirtiéndote, no, tienes que pasar los cuestionarios de los que no te creen... y aburre ¡mucho! ¡muchísimo!

Yo por ejemplo juego para vivir en otros mundos, me gusta dejar de ser Laura por unos instantes para ser otra persona que vive en un mundo fantástico distinto al nuestro, me gustan los juegos con historias que hacen que te lo plantees todo, que te obsesiones con ellas... me gustan también los RPG porque básicamente tengo otra vida en la que disfruto un montón. Para mi los videojuegos son algo que me ha hecho feliz desde pequeña y no voy a permitir que nadie me lo cuestione, ni a mi ni a ninguna mujer.

No voy a decir que no existe gente que dice jugar pero en realidad no lo hace, seguro que existe, pero son una minoría -¡chicos y chicas!- y si realmente lo hacen para aparentar y no les gusta, no durarán mucho en el mundillo, y si les empieza a gustar ¡mejor! total, ¿qué daño hacen?

Otra de las razones por las que he escrito sobre esto en el blog es porque si no tengo muy mala suerte, en septiembre me cambio de carrera a diseño y desarrollo de videojuegos, es un tema que me interesa mucho y espero que algún día se acabe con este problema.



Venga, a pastar.

Laura.




lunes, 16 de marzo de 2015

Polvo de estrellas.

Siento el tímido amanecer en las alas del colibrí y a los pocos segundos ya se ha ido.
Hojas lúgubres del tamaño de mi pena ocultan todo rastro de sucesión, estoy enterrada en polvo de estrellas apagadas hace ya mucho tiempo.

Cierro los ojos con fuerza y dos luciérnagas escapan asustadas,
deshacen mis pupilas y transforman el caos en el más bello silencio.

El eterno cielo añil ahora de color rosado ilumina el pelaje de aquellas majestuosas criaturas que nos observan desde algún lugar más allá de la consciencia, no existen... tú tampoco.

Nada es real y los árboles son cadenas de nuevo,
todo futuro no es más que un juego de sombras en el que tras cada pisada explotan en mil pedazos los sueños.

El colibrí ha regresado envuelto en llamas,
cegado por la oscuridad canta por última vez su hermosa melodía devolviéndole la paz al universo y fundiéndose con la luna para trazar un camino a través de la inmensidad que recorreremos de la mano.